lunes, 4 de octubre de 2010

Si quiere sorprender a sus invitados anímeles a que acudan disfrazados a su casa, así estarán a tono con el ambiente que usted vaya a preparar. Los trajes pueden ser muy variados: caballeros, princesas, reyes, mesoneros, taberneros...
Para la decoración busque elementos que se identifiquen con la época del medievo: candelabros, escudos, lanzas... Esto ayudará a que sus invitados crean que son verdaderos aristócratas.
Puede escribir un menú para cada uno en una pequeña hoja a la que se le habrán quemado los bordes. Redáctelo en castellano antiguo, con cada uno de los platos. Para darle mayor verosimilitud, puede pedir a uno de sus invitados que haga de juglar y cante los paltos al resto de los invitados. Así se sentirán envueltos por la magia de la Edad Media.
Para que la cena o comida no resulte aburrida puede amenizarla con juegos malabares, trucos de magia o juegos astrológicos, muy populares en la época. También puede invitarles a un duelo de caballeros para salvar a la princesa. Por supuesto, con espadas de plástico.

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